MÚSICA El artista ha vendido más de un millón de discos
«Cada vez siento que mi música es más mía»
Alejandro Sanz traerá su último trabajo a Málaga el 9 de agosto. El músico declara sentirse feliz en Miami. Por Gemma Malvido
Cuando tenía siete años su madre le rompió una guitarra porque no soportaba tanto ruido los sábados por la mañana. Años después, Alejandro Sánchez se convirtió en Alejandro Magno y, más tarde, en Alejandro Sanz. Paseó sus canciones por los bares hasta que consiguió grabar un disco y luego otro, y otro más, hasta `El tren de los momentos´, una mezcla de sentimientos, ritmos y desengaños. La gira, que llevará los nuevos y viejos temas a los escenarios del mundo, comienza el próximo 4 de agosto en Santiago; cinco días después comparecerá en Málaga.-En la página web tiene un enlace para votar por los veinte temas que compondrán el concierto de su gira, ¿habrá alguna sorpresa?-Hay una parte que dedico al último disco y otra en la que canto temas más antiguos. El repaso musical es bastante amplio. En cada concierto habrá alguna sorpresa, pero no puedo decir nada todavía.-Volverá entonces el duende flamenco al escenario, porque con `El tren de los momentos´ parece que se ha cambiado de pandilla...-¿Lo cree? Hay algunos temas que van por el terreno funky o por otros caminos, pero se mantiene el poro. Siempre recuerdo los primeros temas, eso vive dentro de mí y nunca voy a poder quitármelo. Hay baladas como `Enséñame tus manos´ o `Se lo dices tú´, que tienen mucho que ver con mis canciones de antes. De todos modos, creo que hay que evolucionar siempre e intentar hacer cosas diferentes. La búsqueda no siempre es fácil pero, al final, tienes tu recompensa.-¿Y ha encontrado ya la suya con este trabajo?-Totalmente, disfruto mucho en mi disco. Cada vez siento que son más míos que, de alguna manera, no se domestican las canciones. Es un sonido totalmente diferente, mucho más orgánico, no tan refinado en los arreglos, pero más puro.-Y un poco más terrenal. Habla de los pies y las manos, más que del alma y el corazón. -Parece que me caí de la nubecita, sí.-¿Le gustaría volver a la guitarra acústica y a los conciertos en los bares? -Siempre que tengo la oportunidad, en mi casa o en casa de algún amigo, hay bohemiadas, que le llamamos nosotros. Son momentos muy especiales, para compartir con los amigos con una guitarra, un piano... Lo de tocar en sitios pequeños lo he vuelto a hacer en el norte de Estados Unidos, donde me conocen menos, y me gusta el sabor de tocar en un teatro, por ejemplo, para mil o quinientas personas. En el escenario se siente mucha más presión, la música está muy cerca.-¿Estará en los escenarios hasta los 60, como los Rolling Stones?-No lo sé, a ver cómo llego a los 40 y ya te cuento después.-Si llega haga una parada a mitad de camino, al estilo `Papito´ de Miguel Bosé. -Le ha quedado bien el disco, ¿lo ha escuchado?-Sí. Y sus conciertos son espectaculares, con un diseño de luces impresionante.-Sí, el que lleva Miguel lo hizo la misma persona que llevo yo en directo, Luis Pastor, es muy bueno.-Es uno de los artistas que más colabora y con el que más colaboran, ¿ha pensado en hacer un disco sólo de versiones o de dúos?-Ahora es una tendencia muy fuerte, yo no me lo he planteado, pero no te voy a decir de este agua no beberé porque me gustan mucho las colaboraciones, creo que es una forma distinta de compartir. A lo mejor más adelante...-¿Qué diferencia hay entre grabar, como este último disco, en casa y grabar en un estudio?-Aprovechas mucho más el tiempo. No tengo que estar explicándole a un ingeniero lo que quiero hacer, lo hago directamente. Apuesto mucho más por la parte creativa y menos por la parte técnica. Creaba un patrón de batería, bajo y armonía y, sobre eso, empezaba a cantar inventando las letras en el momento. Luego las trabajaba y lo que te da es que todo te sale muy de dentro, del corazón.-Si pudiese volver a ser una persona anónima, ¿volvería a vivir en España?-Para mi trabajo me conviene vivir en Miami porque me encuentro en el centro de todo, me queda cualquier lugar, más o menos, a la misma distancia. Si viviese en España imagínate cada vez que tuviese que trabajar en Latinoamérica... Ahora que tengo casa allí paso largas temporadas en España...-¿Qué tal se lleva ahora con la prensa? -Hay muchos tipos de prensa. Lo tomo con normalidad, no me vuelvo loco. Bueno, sólo con algunas cosas. Lo único es que hay aspectos míos que no me gusta que se sepan y ya está.-Decía Picasso que la fama es el castigo que Dios manda a los artistas.-Exactamente. Hay que saber llevarla y tampoco es tan grave. Mañana sale el sol y en agosto empiezo mis conciertos... Ése es mi afán, poder subirme al escenario.-¿Cómo van los proyectos de ayuda como la Fundación Alas (América Latina en Acción Solidaria), se han quedado en segundo plano con el ajetreo de la gira?-En Alas estamos pensando ahora en cómo y cuándo se van a hacer los dos conciertos simultáneos en América para recaudar fondos para los niños. Los empresarios más ricos de América Latina se han comprometido a darnos un dólar por cada dólar que nosotros consigamos con los derechos de los conciertos. A partir de ahí vamos a empezar a ayudar a muchos niños en Latinoamérica, porque todavía se mueren casi medio millón al año a causa de las enfermedades relacionadas con el hambre.-¿Y la República Independiente del Arte?-Sigue adelante, pero son proyectos de vida. Tiene que pasar un tiempo para que se consoliden. Ahora estamos haciendo un esfuerzo grande para superar la burocracia. No sabes la cantidad de papeleo que existe en el mundo para cualquier cosa, incluso cuando lo que quieres hacer es por el bien de los demás, te ponen problemas. Me alegro de que sepa cómo se llama realmente el proyecto; es que había gente que pensaba que habíamos comprado una isla para... [Risas]. Nos va a salir caro el moreno, decía yo. Se trata de que los artistas puedan realizar sus obras allí y que luego, cuando se vayan, paguen dejándonos una obra en la isla, para que podamos seguir trabajando con más gente, tener una universidad para artistas y crear un espacio para compartir ideas.-Proyectos que van poco a poco, como el Guernica de su brazo, ¿se lo ha terminado ya?-Todavía no, menos mal que no me piden derechos [risas]. Es que tiene fuerza y además representa mucho. Mi madre dice que parezco un jarrón chino [risas], pero me lo voy a acabar de igual forma.
0 Comentários:
Postar um comentário