Penélope Cruz y el músico Alejandro Sanz, los artistas mejor pagados La actriz Penélope Cruz y el músico Alejandro Sanz encabezan el ranking de los artistas españoles con caché más elevado. Pilar Pérez y Valentín Bustos. Revista Capital/MADRID. - Penélope Cruz ya se embolsa más de un millón de euros por cada película americana. Alejandro Sanz ‘sólo’ tiene un caché de entre 200.000 y 240.000 euros por concierto. Poco dinero si lo comparamos con el millón de euros que se embolsó Viggo Mortensen por encarnar al Capitán Alatriste, diez veces más de lo que cobra un actor español consagrado. Aún así, puede considerarse una minucia si se comparan con los cachés que se manejan al otro lado del Atlántico. Que se lo digan a Tom Hanks, que superará la friolera de 50 millones de dólares por protagonizar Ángeles y Demonios. “Estudios como Paramount, Universal y Warner Bros pueden permitírselo en películas de buen presupuesto, como en el caso de Johnny Depp, que ha ganado 35 millones de dólares por hacer la tercera parte de Piratas del Caribe, cuyo coste asciende a los 228 millones”, explica Bianca Dohmen, representante de Elsa Pataky en todo el mundo. Un abismo que también se abre en la principal fuente de ingresos de las estrellas del celuloide, la publicidad. El contrato que Penélope Cruz tiene con L’Oréal le ha reportado más de dos millones de dólares. Catherine Zeta-Jones se ha embolsado ¡diez veces más! por pasear su palmito por los spots de T- Mobile.Aunque sus cachés son más reducidos que en el cine, los músicos se afanan por dar la nota en directo. Y es que mientras que la industria discográfica camina hacia atrás, como los cangrejos, debido al boom de la era digital, los conciertos van como un tiro. Alejandro Sanz y Enrique Iglesias cobrán más de 200.000 euros por espectáculo. Una minucia si los comparamos con los 2,5 millones de los Rolling Stones. “La industria de la música en vivo ha crecido bastante”, afirma Alfonso Santiago, director de Last Tour International. Hasta pueblos como El Ejido se permiten el lujo de contratar a sus satánicas majestades. “Vivimos una época convulsa, con muchos festivales y conciertos, y un intervencionismo de la administració n muy grande”, apunta Íñigo Argomaiz, presidente de la Asociación de Promotores Musicales. Mientras tanto, La Oreja de Van Gogh, El Canto del Loco, o David Bisbal, por ejemplo, agradecidos.